Refrigeración:
Con Fondant:
Una vez que la torta esté completamente fría, envuélvela cuidadosamente en plástico film para evitar que se reseque o absorba olores del refrigerador. Luego, colócala en una caja para tortas, ya sea de cartón o de plástico, asegurando que el pastel quede aislado y protegido del frío directo.
Puedes refrigerarla sin problemas durante varios días, pero recuerda que el fondant puede sudar ligeramente al sacarla, especialmente en climas húmedos. Para minimizar este efecto, retira el plástico film y deja la torta a temperatura ambiente, sin tocarla, dentro de la caja hasta que el fondant vuelva a secarse.
Sin Decoración:
Si la torta no está decorada, puedes refrigerarla o congelarla. En el refrigerador, consérvala hasta por 8 días. Si prefieres congelarla, puede durar hasta 3 meses en perfectas condiciones. Envuelve la torta en plástico film y luego en papel aluminio antes de congelar para una mejor protección.
Estas prácticas te asegurarán que tus tortas se mantengan frescas y deliciosas, listas para ser decoradas y entregadas en su mejor estado.
Recuerda que el clima puede afectar considerablemente tu producto. Para evitar que el choque térmico derrita el fondant, es recomendable sacar la torta de la refrigeración en una habitación con aire acondicionado, manteniendo una temperatura no mayor a 70°F/21°C. Esto garantizará que el fondant se seque correctamente, asegurando el éxito de tu producto final.
Comentarios
Publicar un comentario
Hola! Gracias por visitar mi Blog. Lo antes posible estaré respondiendo a tu pregunta. Saludos cordiales. Natalia